viernes, 10 de julio de 2009

ECONOMIA GENERAL UNI : EXAMEN FINAL

Primer Ejercicio ;

El buzón

Más opiniones sobre la caza deportivaSeñor Director:No tuve la oportunidad de leer su nota sobre la afición a la caza deportiva del Sr. Ricardo Bocanegra, pero sí las tres cartas de lectores que manifiestan su oposición a la práctica de la caza deportiva. Es entendible que existan personas cuya sensibilidad se ve afectada por la idea de la caza de animales silvestres y respeto absolutamente su posición. También las hay, pero menos, que llevan su consecuencia a no consumir tampoco la carne de ningún animal, ni siquiera las que bien empaquetas se venden en los supermercados. Es distinto me dirán y sí, claro, por supuesto que lo es: la ganadería y la crianza de animales domésticos para consumo humano tiene un impacto mucho mayor en la degradación de la naturaleza que la práctica bien regulada de la caza deportiva. La fauna silvestre es un recurso natural que la humanidad ha usado por milenios y lo que comenzó como una necesidad derivó en una afición, un deporte de pleno derecho, que permite a millones de cazadores deportivos en todo el mundo mantener un estrecho y directo contacto con la naturaleza, a la cual entienden, perciben y respetan más de lo que hace la mayoría. La caza deportiva, en contra de lo que piensan muchos de sus opositores, nada tiene que ver con la matanza de animales. Se practica el “fair chase” (caza justa) que implica no obtener ventajas indebidas sobre la presa, la cual además debe ser un animal macho, adulto —muchas veces ya no importante en términos reproductivos, lo que contribuye al vigor genético de la población. La caza deportiva bien administrada aporta a la conservación de las especies de fauna silvestre y de su hábitat. En países tan distintos como, México, Bostwana, España, Sudáfrica o EE.UU., los pagos que los cazadores realizan para practicar este deporte en licencias y autorización y tasas de conservación permiten sostener la costosa administración para el manejo de la fauna silvestre y, más importante aún, generan una industria de servicios a cazadores locales y foráneos —el turismo cinegético- que mueve miles de millones de dólares, buena parte de los cuales llegan al medio rural y benefician a las comunidades locales. El beneficio económico de un animal cazado como trofeo es varias veces superior a cualquier otro producto silvestre y puede significar miles de dólares, por un solo ejemplar, para una comunidad remota y poco incluida en los beneficios de la modernidad y globalización. Es una práctica positiva por donde se la mire. Y quienes no son atraídos por ella están eximidos de practicarla. Solo les pido que piensen en los enormes beneficios socioeconómicos y ecológicos que este deporte representa mundialmente. Gustavo Suárez de Freitas C. DNI 07848545
R. El manejo responsable de los recursos siempre debe prevalecer. Sería ideal que todos vieran a la caza bajo esa premisa.

Estoy de acuerdo con el articulo debe haber un manejo responsable, y ya que de lo contrario habria caza indiscriminada y eso no beneficiaria ni a los animales ni seria un recurso economico.

No se libera tanto gas en TalaraSeñor Director:Por medio de la presente me dirijo a usted respecto a la nota de la sección “Semáforo” aparecida el día 15 de junio, en la cual se indica que el Ministerio de Energía y Minas (MEM) negó que las petroleras de Talara liberaban el gas al ambiente. Para su información, el MEM en ningún momento negó esta información a su diario, lo que se hizo en su debido momento (13 de abril de 2009) fue precisar, a través de una nota de prensa, que la cantidad de gas liberado al ambiente en dicha ciudad norteña era menor a la que publicaron en su medio. Por lo tanto, con la afirmación aparecida en su medio, y que no se ajusta a la verdad, le solicitamos, en aras de la veracidad informativa, la rectificación debida.Ramón huapaya tapia. Director de la Oficina de Imagen Institucional y Comunicaciones del MEM
R. En efecto, el MEM no ha negado que se ventee (libere) el gas que extraen las petroleras de Talara. Sin embargo, el haber reconocido reiteradamente que se sigue lesionando el medio ambiente es grave. Más aun cuando no se ha reglamentado una situación que debe remediarse en el más breve plazo en aras de conservar nuestro planeta.


Segundo Ejercicio;

Seguros abiertos


La guerra y la paz.


LA INDUSTRIA DE LOS SEGUROS AMENAZÓ CON TRANSFORMARSE, TRAS EL FIN DE LA GUERRA DE PRECIOS PROTAGONIZADA POR LAS DOS COMPAÑÍAS MÁS GRANDES. SIN EMBARGO, PARECE QUE NO SERÁ ASÍ Y NADIE SABE POR QUÉ
Por: Davelouis y Serra

El sector de seguros en el Perú es uno de los menos desarrollados de la región en términos de penetración. Si en Chile —nuestro permanente referente en cualquier tema (¿por qué será?)— la penetración medida como el monto de las primas sobre su PBI ronda el 5%, al cierre del 2008 en el Perú era de 0,92%, esto es, no llegaba ni al 1% del PBI.

Pero es más complicado. De hecho, en nuestro país esa proporción llegaba a 1,03% del PBI en el 2005, pasó a 0,98% en el 2006, cayó hasta 0,9% en el 2007 y llegó hasta el mencionado porcentaje al cierre del año pasado. ¿Qué significa eso? Que el sector se expande a tasas muy inferiores a aquellas a las que crece la economía cuando, en realidad, debería haber una correlación mucho más directa.
Y la baja penetración se mantiene, pese al crecimiento económico, al ingreso de algunos jugadores de talla mundial al sector en los últimos dos años y a las agresivas campañas que para incrementar su participación de mercado realizaron las dos más grandes compañías de seguros: Rímac y Pacífico.
Lo que se nos hace ver en este párrafo es que hubo oligopolio ya que hubo bienes o servicios diferenciados daban mayores ventajas

Este prevalecer de las dos compañías más grandes tiene una razón de ser: pertenecen a los dos grupos económicos más importantes del país, dueños de los dos bancos más importantes del sistema financiero (lo que potencia las ventas cruzadas) pero también, según afirmaban las aseguradoras más pequeñas —y algunos especialistas del sector de corredoras de seguros consultados y que no quisieron ser citados— a que no se podía competir con los precios de los dos gigantes que en conjunto concentran casi el 75% de la participación de mercado.

la idea no era, sin embargo, mantener a raya a las empresas medianas y pequeñas, sino competir por el mercado grande, ultraconcentrado en los niveles socioeconómicos A y B.

Que las más chicas no pudieran competir allí, era un beneficio colateral. Era una guerra de precios, como reconoció recientemente para El Comercio el jefe de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), Felipe Tam, pero también miembros de la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (Apeseg).
“La guerra de precios obligó a todas las demás empresas de seguros a buscar negocios de nicho y grandes especializaciones para poder seguir funcionando”, explicaba en un almuerzo el presidente de Apeseg, Daniel Calda.

MAS LA GUERRA ACABÓ

La situación descrita se mantuvo por alrededor de una década, como reconoció el gerente de riesgos de Rímac en el mismo almuerzo en Apeseg, hasta que, el año pasado, el mundo se cayó y los resultados financieros de Pacífico al cierre del 2008 no la ayudaron a compensar las pérdidas técnicas (el precio de las primas no cubría el costo de los seguros) que tanto ella como Rímac venían registrando.
La empresa de Credicorp (cuyo accionista principal es el grupo Romero) perdió más de S/.18 millones, mientras que Rímac logró una utilidad operativa de S/.66 millones.
Ello forzó a Pacífico a dejar de competir por participación de mercado y reenfocarse en la rentabilidad de las operaciones que decidía realizar. Así, se retiró de algunos de los negocios que no le eran rentables (los seguros de vehículos que se vendían a través del sistema Pandero, por ejemplo), redujo costos internos y renegoció las condiciones de otros seguros a su vencimiento. Fue exactamente la misma estrategia que el gerente general adjunto de Rímac, Alfonso Brazzini, había anunciado para su compañía: “vamos a centrarnos en los negocios que conocemos y que sabemos rentables”. ¿Déjà vu?
Aquí se cumplió el primer, según y cuarto PRINCIPIO DE LA ECONOMIA
LOS INDIVIDUOS SE ENFRENTAN A DISYUNTIVAS
Competir o dejar de competir por participación del mercado.
EL COSTE DE UNA COSA ES AQUELLO A LO QUE SE RENUNCIA PARA CONSEGUIRLA.
Dejo negocios que le permitían competir por participación de mercado por negoción que le daban rentabilidad.
LOS INDIVIDUOS RESPONDEN A LOS INCENTIVOS
La crisis financiera “el mundo se cayó y los resultados financieros de Pacífico” la perdida de dinero eso hizo que el Pacífico buscar solo negocios rentables.
En Pacífico niegan que haya existido tal guerra de precios, pese a que Tam y todos los demás lo reconocen abiertamente, y explican que todo no se debe más que a una “táctica de penetración que estaba en etapa de descreme, pues los planes de Pacífico son integrales y se diseñan en base a quinquenios y decenios”, según explica su gerente comercial, Gino Di Bell


NUEVA ERA


Pero con el fin de la guerra, se empezaron a sincerar (y, por ende, a elevarse) los precios de las primas en aproximadamente 20% en promedio. El argumento de las empresas medianas y pequeñas en el mercado local para explicar (lógica y justificadamente) su baja participación de mercado se terminaba porque participar ya estaba a su alcance. ¿Y ahora?
Para el gerente de riesgos de La Positiva, Gustavo Cerdeña, las cosas no habrían de cambiar sustancialmente para ellos, toda vez que “nunca hemos tenido problemas de resultados técnicos y seguiremos buscando a nuestros clientes principalmente en segmentos desatendidos por el sector”. Ellos están dispuestos a recibir a los clientes que dejen ir Pacífico o Rímac, pero no irán tras ellos.
Algo parecido sucede con la mayoría de empresas con las que conversamos: ninguna de las que quisieron declarar para nosotros (la mayoría) realizará cambios significativos a raíz de esta nueva realidad. Ni siquiera empresas con participaciones de mercado muy pequeñas pero con nombres de gigantes jugadores mundiales de la industria de seguros, como Mapfre (España), ACE (Reino Unido) e incluso Cardiff (Francia).
En palabras del gerente general adjunto de ACE, Juan Carlos Puyó, “ACE entró al Perú para ser un jugado relevante en el sector (...) pero no competimos por participación de mercado”. Entonces ¿en qué quedamos?
En efecto, parece que ahora que se terminó la guerra de participación de mercado y, finalmente, todos pueden competir en igualdad de condiciones, todos desdeñan esa participación en pos de un resultado técnico impecable enfocándose en “maximizar el retorno del patrimonio y obtener una buena participación de mercado en cuanto a ganancias, mas no en cuanto a primas”, como lo explica el gerente comercial del Interseguro, Ernesto Melgar.
Y al menos en este caso esta lógica parece tener sentido: Interseguro, con una participación de mercado de 2,7% en cuanto a primas, tiene una participación de 13,9% en cuanto a utilidades totales de la industria.


LA SALIDA



Ello, sin embargo, podría tener un lado desfavorable para el crecimiento de la industria de seguros: si a nadie le interesa arriesgar, ¿cómo va a crecer la penetración del negocio?
Los sectores que hoy acce- den a los seguros son los mismos que lo han hecho siempre y los que no, también son los mismos a quienes se dirigen esfuerzos aun muy pequeños (aunque no por eso poco importantes) como los de La Positiva y Protecta.
Ambos, pero particularmente el segundo, tienen como objetivo el avance de los microseguros. El resto, como explica el gerente general de Protecta, Alfredo Salazar, ha buscado que colgarse a cualquier organización o negocio que cuente con un número respetable de medios de pago (lo más difícil y caro en el negocio) “pero los han saturado de tal manera que ahora los están desmontando”.
Entonces, ¿de qué manera crecerá realmente el negocio asegurador como le gustaría al superintendente Tam? Desafortunadamente, nadie arriesga una respuesta.
PROTAGONISTASLa guerra desde dentroLas pérdidas de Pacífico del año pasado se debieron principalmente al resultado financiero: el valor de sus inversiones (y de las de todos los que permanecieron en la bolsa) se desplomó, afectando gravemente sus balances (la empresa de seguros de vida sí reportó, no obstante lo descrito, ganancias de casi S/.50 millones).
Por el contrario, Rímac se cubrió del riesgo de la caída de los mercados reduciendo significativamente todas sus inversiones en renta variable y manteniendo un buen porcentaje de ese dinero en efectivo en cuentas a plazo fijo.
Esa diferencia dio pie al fin de la guerra de precios que llevó al sinceramiento del precio de las primas.

en Resumen

Que la penetracion por el monto de las primas sobre el PBI es minimo en comparacion con otro pais de referencia. que en principios hubo un oligopolio por parte de dos grandes empresas (rimac y pacifico) que tenian el 75% de particion del mercado. Pero que se vieron afectadas Cuando el valor valor de sus inveriones se desplomo. participando en negocios que eran rentables. asi se acaba la guerra de los precios y ahora todos pueden competir en igualda de condiciones. aunque´tenga un lado desfavorable en el crecimiento de la industria de seguros


Tercer Ejercicio:


Calcular y Graficar el Aporte Marginal de los Trabajadores y el Costo TOtal de los Trabajadores.Finalmente Diga que es Costo Marginal.






















Coste marginal (CMg):




El costo marginal se define como la variación en el costo total, ante el aumento de una unidad en la cantidad producida, es decir, es el costo de producir una unidad adicional.
Matemáticamente se expresa como la derivada parcial del costo total respecto a la cantidad: Costo Marginal = ∂Costo Total / ∂Cantidad
CMg = ∂CT / ∂Q
El costo marginal es un concepto fundamental en la teoría microeconómica, debido a que se utiliza para determinar la cantidad de producción de las empresas y los precios de los productos.